05 Feb 15 |
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Si citamos los datos de la Encuesta Estudes 2012 -13 (14 – 18 años) PNSD. El 16% de los jóvenes entrevistados presentan un consumo de riesgo de cannabis. El 44% de los jóvenes con este tipo de consumo suelen repetir curso escolar, frente a un 27,9% de repetidores entre los no consumidores.
Los estudios neuropsicológicos apuntan que el consumo de cannabis (hachís y marihuana) afecta a las áreas del hipocampo, hipotálamo, cerebelo y a los ganglios basales. Estas áreas cerebrales son aquellas que están involucradas en la capacidad de trabajo de la memoria a corto plazo, y en la velocidad del procesamiento y la atención, pudiendo afectar gravemente a las habilidades y a las capacidades que pone en marcha el jóven ante el estudio y la resolución de problemas.
Además de hablar de la afección en estas partes del cerebro, el uso repetido y abusivo del cannabis, aparta al adolescente de poner en marcha estrategias personales de autoregular sus emociones, es decir, de poder poner un poco de calma a su mundo interno, en esta etapa que ya de por si genera tanta confusión y cambios emocionales.
Si la autoregulación solo es encontrada en el consumo repetido, el adolescente cada vez contará con menos recursos para calmarse y centrarse en una actividad que requiera concentración, y poco a poco se irá sintiendo incompetente y más y más desmotivado.
Los profesionales denotamos además una influencia del abuso de esta sustancia, en la falta del adolescente a la hora de involucrarse en cuestiones de ámbito social y en el desarrollo de hábitos prosociales (ayuda a los demás, movimientos políticos y sociales, voluntariado, etc). El jóven que consume de forma abusiva cannabis por lo general no suele plantearse cuestiones morales, no se da cuenta de la injusticia del mundo y no se posiciona, decidiendo vivir al márgen sin involucrarse en su futuro.
Estos motivos psicológicos, neurobiológicos y sociales, más allá del propio proceso de la adicción son los que pueden generar un desajuste y un desbancamiento del jóven en el sistema educativo y formativo, fomentando su dependencia y falta de autonomia, dificultando así su paso a la edad adulta.
Nieves Morillas
Psicóloga de Proyecto Joven