28 Jul 15 |
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Un estudio publicado por la BMC Medicine y realizado a más de 6000 personas mayores de 16 años en Inglaterra desvela que la percepción individual de la cantidad de alcohol consumida aumenta cuando la gente tiene en cuenta los fines de semana y los días no laborables. Así, podemos afirmar que en verano aumenta el consumo de alcohol y sus riesgos para la salud, como advierte Socidrogalcohol.
Durante el periodo estival se suelen relajar los hábitos de vida y las rutinas, lo que también supone que la relación que la sociedad en general que mantiene con el alcohol también se “relaja”. De esta forma, el estudio, pone de manifiesto que los encuestados proporcionan diferente información sobre el consumo típico (cantidades diarias, frecuencias de consumo) de alcohol que realizan a lo largo del año. De esta manera, se observan cambio claros en los hábitos de consumo dependiendo si el encuestados se refiere a su consumo entre diario, los fines de semana o los periodos de consumo especiales que son las vacaciones y los eventos sociales. Así, fueron un total de 4604 encuestados los que afirmaron “beber alcohol habitualmente” y que ese consumo se incrementaba los fines de semana (días diferentes) y las vacaciones y eventos sociales (consumos especiales) lo que suponía unos 120 millones de unidades semanales (1 unidad es una copa de vino, caña de cerveza o 1/2 combinado de bebida destilada) de alcohol extra por semana, unos 12 millones de botellas de vino.
El grupo de edad comprendido entre los 25 y 34 años son que mostró el máximo aumento de consumo entre el consumo de “a diario” y de fines de semana, vacaciones y eventos sociales. Tanto los hombre como las mujeres de esta franja de edad añaden 18 unidades semanales (lo que equivale a 18 copas de vino, cañas de cerveza o 9 combinado de bebida destilada) en las ocasiones especiales o fines de semana. El presidente de Socidrogalcohol, Julio Bobes, afirma que «entre las razones de la menor percepción de consumo de alcohol están la banalización social del daño, la normalización del fenómeno y la apología de los consumos en tiempo de ocio y/o períodos vacacionales».
El hecho de que el estudio este enmarcado en la sociedad inglesa no supone que no sea un problema mundial, ya que como añade Julio Bobes «La Organización Mundial de la Salud ha establecido una estrategia para reducir el uso nocivo del alcohol y, por tanto, disminuir las cantidades de alcohol que consume la población general». De esta manera, señala Bobes, «se busca evitar la banalización de los consumos de alcohol, sobre todo en los tiempos de relajación, ocio, fiestas y celebraciones».