28 Abr 15 |
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Cada martes los técnicos de la FTM acuden al Centro Penitenciario para dar clases de tenis a los internos del Módulo Terapéutico de Proyecto Hombre. Alrededor de veinte alumnos voluntariamente acuden a las clases repletos de entusiasmo. La aspiración que tienen ambas entidades no es solo poder apartar de la rutina a estas personas, sino favorecer el proceso de reeducación y resocialización de las personas privadas de libertad. Tanto los profesores como los internos se entregan al máximo, y encuentran una empatía recíproca en esta ocupación.
Mercedes Rodríguez, Directora Técnica de Proyecto Hombre Madrid, nos comenta al respecto: “Es un hecho que el tenis aporta grandes beneficios para la salud de los internos, ya que como todos sabemos evita el sedentarismo, mejora las funciones cardiorespiratorias, aumenta el tono muscular, mejora la flexibilidad, la fuerza etc. Pero el objetivo fundamental de este proyecto es el de apoyar el trabajo terapéutico del Módulo de Proyecto Hombre, favoreciendo a través del tenis el proceso de rehabilitación de la drogodependencia, prevención en el consumo de drogas e incluso la reinserción social posterior”.
Carlos Almazán, director de la Fundación de Tenis Madrileño, y muy vinculado a los deportes de raqueta, nos manifestó su gratitud con esta tarea: “Como responsable de la actividad he encontrado que hay un extraordinario agradecimiento a los consejos que se les da. Es muy gratificante hacer pasar un rato entretenido a personas que están recluidas en un Centro Penitenciario, se lo pasan en grande porque se ríen, hacen deporte, y les sirve de distracción y evasión de otros problemas y lo que es muy importante, participas de manera directa en su rehabilitación”.
Este convenio nace del conocimiento de la Fundación de Tenis Madrileño, constituida por la Federación de Tenis de Madrid, de la existencia de Proyecto Hombre Madrid, con la que se ha decidido llevar a cabo varias líneas de actuación, entre ellas, estas clases de tenis dirigidas a los internos del módulo de la entidad en Soto del Real, los cuales están siguiendo diferentes terapias y con los que se pretende continuar esta labor hasta el mes de Junio, además de prolongarla si se encuentran los recursos necesarios para mantener vivo el proyecto.
“Realmente no ha costado realizar esta acción, Proyecto Hombre Madrid tiene una extraordinaria facilidad en este Centro para poner en marcha diferentes acciones. Ha sido un comienzo muy fácil porque los propios internos lo han hecho así, están entusiasmados con la idea desde el primer día, y no ha habido ni una sola vez que hayamos tenido que llamar la atención a alguno de ellos (lo normal en cualquier escuela de tenis). Se lo toman todo con muchísimo respeto, seriedad y además se divierten, que es uno de los objetivos”, comenta Carlos Almazán.
Las clases se imparten en las dos pistas de tenis del Centro Penitenciario. Allí se distribuye a los alumnos en dos grupos, con un profesor cada uno. La escuela comenzó con un número de veinte alumnos que poco a poco ha ido aumentando debido al éxito del ejercicio.
“Lo que más me aporta de esta actividad es que hay gente que viene al Centro a darnos clases de tenis desinteresadamente, porque además tengo problemas para creer en la buena gente, eso a mí me vale mucho para saber que hay personas solidarias de verdad” nos confesó uno de los alumnos.
Para los internos, la escuela de tenis, se ha convertido en uno de los espacios más atractivos de la ONG, gracias a la actuación de los técnicos como Carlos Almazán, Gonzalo Herranz y Álvaro Muñoz, que colaboran en esta labor aportando todos sus conocimientos docentes. Practicar tenis aunque sea terapéutico-educativo, se convierte en una forma de salir de la rutina y de la presión diaria. Para los internos supone un tratamiento que trabaja la autoayuda y alimenta su propia autonomía.
Mercedes Rodríguez afirma que la actividad ha superado con creces las expectativas de Proyecto Hombre Madrid. “Está contribuyendo de manera directa a mejorar el proceso de reeducación y resocialización de las personas privadas de libertad. Educativo, porque vivencian a través del tenis valores que no tenían o que habían perdido, como la superación, el respeto, la importancia del trabajo en equipo, la autoeficacia, la cooperación, o la integración. Y el aprendizaje de estos valores favorece la socialización y el respecto por las normas que antes ignoraban”.
“Todos los martes deseamos que lleguen Carlos, Gonzalo y Álvaro para que nos den un poco de alegría y nos saquen de la rutina. Con los profesores tenemos una relación buenísima, no parece que nos hayamos conocido hace pocas semanas. Lo más positivo es que hacemos ejercicio físico y salimos del día a día del módulo” declaró otro alumno.
“Esperemos que los internos una vez cumplida su condena sigan practicando el tenis, lo instauren en sus vidas como un hábito y descubran en el deporte una alternativa atractiva al consumo de drogas, cumpliendo de esta forma un papel preventivo de gran valor”, concluye Mercedes Rodríguez.
El programa se ampliará con un campeonato individual y de dobles entre ellos, también se llevará a las pistas un radar portátil para medir la velocidad del saque, y se celebrará un concurso en el que se premiará al ganador. Otra de las acciones que ambas sociedades tienen en mente de cara al futuro será un coloquio, en el que participará todo el módulo, donde un tenista de reconocido prestigio contestará a dudas y preguntas de los internos sobre el día a día de la vida de los jugadores y el mundo del tenis.
El Director de la Fundación de Tenis Madrileño evidenció su interés en seguir impulsando tareas de este calibre cuyo único fin no es otro que el de dar a cada uno de los alumnos la oportunidad de sentirse realizados: “Intentaremos cumplir con los objetivos que tenemos en la Fundación como es atender a personas que están en una situación desfavorecida de la sociedad, y alegrarles el día en la medida de lo posible”.
Natalia García Martín