Con frecuencia, madres y padres acuden a los profesionales de Proyecto Hombre Madrid para plantearnos las dificultades a las que se enfrentan cuando sus hijos e hijas no son tan críticos como ellos en cuanto al consumo de sustancias.
Una de las situaciones que mayor frustración genera es cuando a pesar de las consecuencias negativas de los consumos, estos siguen produciéndose, lo que con frecuencia deriva en discusiones y/o mal ambiente familiar.
Para evitar estas situaciones, resulta esencial la prevención. Un reto que se complica especialmente en la adolescencia, un periodo en la que los chicos y chicas dejan de tener como referentes casi exclusivos a sus padres y familiares, y comienzan a mirar hacia otros espacios. Esto, unido a algunas de las características propias de esta etapa evolutiva como son la necesidad de pertenecer al grupo o de experimentar emociones nuevas, junto a las propias situaciones que vive cada joven, puede provocar no solo que no sean críticos, sino que no quieran renuncia a la conducta problemática.
Cuando abordamos como familia un problema derivado del consumo de sustancias con nuestros hijos e hijas debemos tener en cuenta algunos puntos importantes:
- Poca conciencia de problema. Es habitual que los adolescentes no consideren problemáticas algunas de las conductas que como padres y madres nos preocupan. Debemos entender que si a cualquiera de nosotros, siendo adultos, con frecuencia nos cuesta ser críticos con hábitos propios, a los adolescentes, debido al momento evolutivo en el que se encuentran, les cuesta todavía más.
- Motivación al cambio ambivalente o inexistente. La motivación al cambio por parte de los adolescentes suele ser escasa o inexistente. Es necesario comprender que esto es normal y que será nuestra labor como adultos favorecer esa motivación. Se trata de un proceso largo, en el que no existen resultados inmediatos. Entender esto y ajustar expectativas es importante para tolerar la frustración que este acompañamiento puede generar.
- Pérdida de control y abstinencia. Cuando el consumo de sustancias es abusivo, con frecuencia se produce pérdida de control sobre la conducta, y por tanto, dificultad para la abstinencia.
Para facilitar o promover un proceso de toma de conciencia y motivación al cambio, será importante que como padres y madres desarrollemos estilos educativos asertivos donde adecuemos la comunicación, las normas y los límites, a la edad y necesidades de nuestros hijos e hijas.
- Comunicación. Con la llegada de la adolescencia, la comunicación con nuestros hijos e hijas puede cambiar. Empiezan a tener ideas propias y opiniones que a menudo chocan con nuestros valores, actitudes… Debemos entender que, sin perder el rol proactivo que como adultos y progenitores nos corresponde, debemos adaptar nuestras expectativas e insistir en mantener una comunicación con ellos aunque a veces parezca que a pesar de los esfuerzos no obtenemos recompensa.
- Normas claras y concretas. Que nuestros hijos e hijas crezcan y cada vez sean más autónomos, no quiere decir que no necesiten normas y límites. Estos deben ser acordes a sus necesidades personales y evolutivas. Las normas deben ser claras, es decir, que todo entendamos lo mismo. Además, deben ser lo más concretas posible.
- Límites firmes y adecuados para cada edad y necesidad del menor. En la gestión de las normas (cómo las decidimos, cómo las comunicamos y cómo las hacemos cumplir) juega un papel fundamental lo que denominamos como “límites”. Estos deben ser firmes, constantes y adaptados a nuestros hijos e hijas.
Entender qué le sucede a nuestro hijo o hija, comprender el momento evolutivo en el que se encuentra, así como conocer las dificultades que implica el consumo de sustancias o el desarrollo de conductas potencialmente adictivas, nos ayudará a acompañarle en el proceso de superación, motivándole y ayudándole.
No es sencillo, por eso es importante contar con apoyo profesional, no solo para que nuestro hijo e hija sea capaz de superar el problema de adicción que ha desarrollado, sino para que nos ayude y acompañe a nosotros también en este proceso.
En Proyecto Hombre Madrid contamos con servicios específicos para el tratamiento de adicción a sustancias y adicciones comportamentales dirigidos a menores y jóvenes, así como servicio de asesoramiento y acompañamiento a familiares. Si necesitas más información, llámanos al 915420271 o escríbenos un correo electrónico a info@proyectohombremadrid.org.