Bullying o acoso

«Nuestra hija había tenido una infancia muy normal. Al llegar a la adolescencia se volvió algo más reservada. Cada vez se apartaba más, la veíamos baja de ánimo y algo más huraña pero creíamos que eran cosas de la edad. Todavía me culpo por no haberme dado cuenta antes. Un día nos llamaron desde el instituto para que fuéramos a una tutoría. Allí nos contaron que creían que nuestra hija estaba siendo víctima de bullying. Ella había hablado con una profesora con la que se llevaba muy bien. Varios compañeros llevaban acosándola desde el inicio de curso. No sólo lo hacían en el instituto, sino también a través de whatsapp y redes. Cuando pudimos ver los mensajes, lo entendimos todo. Desde el centro activaron el protocolo de prevención del acoso. Nos recomendaron acudir a Proyecto Hombre, al servicio de adolescentes y familias. Una psicóloga está atendiendo a nuestra hija, y nosotros también hemos acudido a un par de sesiones para saber cómo podemos ayudarla. Uno piensa que estas cosas nunca le van a pasar. Estamos empezando a recolocar las cosas para seguir adelante», testimonio anónimo paciente Proyecto Hombre Madrid.

«Al entrar en el nuevo instituto me sentía algo desubicada pero todo iba bien. Fue a partir de navidades cuando un grupo de niñas empezaron a meterse conmigo. Al principio era en el patio durante el recreo. Se reían de mí. Casi de cualquier cosa. La ropa, el pelo, la comida que llevaba… Sobre todo eran dos niñas, una de clase y otra de otro curso. Yo al principio les decía que pararan pero después intentaba no hacerles caso. Pero cada vez me sentía más sola. No se lo dije a nadie porque no quería que se supiera. Sentía vergüenza y creía que tarde o temprano pasaría pero las cosas cada vez iban a peor. No lo hablaba en casa y ni mucho menos en el instituto. Empecé a faltar a clase. Me inventaba que estaba mal, que me dolía el estómago y la cabeza. A veces directamente no entraba en clase. A raíz de las faltas, mis padres tuvieron una tutoría. Ellos supieron que había estado faltando y pudimos hablar de lo que pasaba. Al principio yo no quería que en el instituto se supiera. Les pedí que no dijeran nada. Pero ellos insistieron en que era necesario. Hablaron con la tutora y ella habló conmigo. Acudimos también a Proyecto Hombre donde me atiende una psicóloga. Desde que puedo hablar con ella me siento mucho mejor. Ya no me siento culpable por lo que me pasó y cada vez me siento más animada. He aprendido a “parar” situaciones que no son buenas para mí, me siento más capaz», testimonio anónimo paciente Proyecto Hombre Madrid.

«Siempre había intentado ocultar el acoso que sufrí en el colegio. Recordarlo o hablar de ello me suponía revivirlo y no quería ni oír hablar de ello. A veces hasta me negaba a mí mismo que hubiera ocurrido. Creía que era la mejor manera de pasar página. Pero me sentía incapaz de hacer amigos. Creía que no era capaz, que no sabía hacerlo. Había sucedido ya hace mucho pero parece que aquello me seguía afectando. Cuando acudí al psicólogo en Proyecto Hombre fui porque me encontraba muy bajo de ánimo. Gracias al trabajo con él fui entendiendo que lo que me pasaba en la actualidad tenía mucho que ver con el acoso que sufrí a los 11 años. Ahora he podido reconstruir todo aquello de otra manera. He dejado de culparme por ello y aunque sigue siendo doloroso recordarlo ya no me afecta tanto», testimonio anónimo paciente Proyecto Hombre Madrid.

«El día que nos llamaron desde el colegio no podíamos creerlo. Acusaban a nuestro hijo de haber acosado a otro compañero de clase, le habían abierto expediente y querían expulsarle. Dos años antes él había sido víctima de acoso por parte de algunos compañeros. Sufrió mucho porque tuvo que cambiar de centro. Fue una experiencia enormemente frustrante y dolorosa. Por eso nos resultaba tan llamativo que ahora fuera nuestro propio hijo quien estuviera en el otro lado. Tras la llamada del colegio nos decidimos a acudir a especialistas y nos decantamos por Proyecto Hombre. Al contar al psicólogo lo que había ocurrido nos explicó que es bastante habitual que alguien que ha sido víctima de acoso pueda ser acosador, especialmente cuando no ha habido una intervención adecuada o no se ha tenido apoyo psicológico. Aunque no es justificable hemos podido entender y así empezar a ayudar también a nuestro hijo. Ojalá haber pedido ayuda antes», testimonio anónimo paciente Proyecto Hombre Madrid.