Terapia de pareja

«Me contactó el psicólogo de mi pareja. Quería una cita conmigo para abordar su adicción a la cocaína, e inicialmente le dije que no porque consideraba que el que tenía que acudir a tratamiento era él y no yo. Me insistió en que asistir a la entrevista no suponía ningún compromiso de futuras sesiones y que sería beneficioso para él. Pudimos abordar la importancia de mi papel en su proceso de recuperación. Yo estaba teniendo dificultades para confiar en él y eso estaba haciendo que nuestra relación cada vez fuera peor. No nos estábamos comunicando. Es muy difícil gestionar un proceso así. Poco a poco fuimos solucionando nuestras diferencias, sobre todo, hemos conseguido entender cómo se siente el otro y acompañarnos en este proceso«, testimonio anónimo.

«Me separé de mi mujer porque la situación era insostenible. Yo estaba en tratamiento por adicción a cocaína y ella no pudo más. Yo me fui a casa de mis padres y los niños se quedaron con ella hasta que decidiéramos qué hacer. Estuvimos un tiempo separados pero queríamos estar juntos. Como solos no era posible, decidimos acudir juntos a las sesiones de pareja para trabajar lo que no funcionaba. Todo ha mejorado y hemos retomado nuestra vida en pareja. El proceso es difícil, pero somos capaces de entendernos, de hablar, de escucharnos…«, testimonio anónimo.

“Mi chico estaba en tratamiento por ludopatía y yo no estaba bien. Constantemente dudaba acerca de si dejarle o no. Le quería mucho pero me pesada todo lo que había supuesto el juego en nuestra relación, teníamos deudas económicas, muchas mentiras de por medio, desconfianza… Fue él quien me propuso acudir a terapia después de una discusión en el que le planteé dejarlo. Pensé que podíamos intentarlo y si no funcionaba, separarnos de manera amistosa. Creo que es la mejor decisión que pudimos tomar. El proceso sigue siendo muy difícil pero estamos siendo capaces de acompañarnos y apoyarnos de una manera diferente”, testimonio anónimo.