Cuando nuestros hijos e hijas se acercan a la adolescencia es habitual que surjan dudas y temores acerca de la posibilidad de que tengan contacto con el alcohol, el tabaco u otras sustancias. Los datos de las encuestas revelan, década tras década, que la edad media de inicio de consumo de las diferentes sustancias se sitúa entre los 13 y los 17 años. Se trata de un periodo en que los chicos y chicas están formándose, inmersos en una etapa de transición entre la infancia y la edad adulta. Este hecho, unido a los múltiples peligros que existen asociados al consumo de alcohol y otras sustancias, hace que nos preguntemos el porqué; ¿Por qué nuestros hijos e hijas empiezan a beber, a fumar o a consumir otras sustancias? ¿Qué encuentran los adolescentes en las drogas que las hagan atractivas para ellos?
Responder a esta pregunta no es sencillo ya que detrás de la decisión de empezar a consumir alcohol y otras sustancias hay muchos factores y de muchos tipos: personales, sociales, familiares… Pero hay algunos factores concretos que tienen que ver precisamente con la etapa evolutiva en la que se encuentran, y que en buena medida les predisponen a probar, y en el peor de los casos, a generar relaciones de dependencia con las diferentes sustancias.
La adolescencia como factor a tener en cuenta en la decisión de consumir
- RITUAL DE TRANSICIÓN: la decisión de probar el alcohol, el tabaco u otras drogas a edades tempranas, en ocasiones se vive como una experiencia de transición entre la etapa infantil y la adulta. Los adolescentes lo perciben como una entrada en el mundo de los mayores. Además, existen a su vez una serie de factores que lo hacen atractivo a ojos de los adolescentes:
- Integración en el grupo de iguales. Durante la adolescencia dejamos de dar tanta importancia a la influencia de los referentes familiares para comenzar a dársela a nuestro grupo de iguales, especialmente a nuestros amigos y amigas. Sentirse parte de un grupo, ser admitido y no percibirse rechazado son variables que adquieren mucha importancia en este periodo evolutivo. Si los consumos de alcohol u otras drogas pasan a formar parte de usos comunes en nuestro grupo de iguales, empezar a consumir puede volverse una manera de sentirse integrado.Proceso de identificación. En esta etapa evolutiva los chicos y las chicas tiene que enfrentar el reto de generar su propia identidad, y eso se lleva a cabo, entre otras maneras, a través de referentes. La identificación con ciertos comportamientos, como pueden ser el consumo de alcohol u otras sustancias, pueden facilitar el consumo al hacerlo atractivo.Experiencia de poder y protagonismo social. Llevar a cabo conductas que en principio están reservadas a los adultos suele conllevar atractivos en la adolescencia, ya que generan sensaciones de poder. El consumo de tabaco, alcohol y otras drogas puede formar parte de este tipo de conductas asociadas a los mayores.
- Autonomía frente a los padres. Diferenciarse de los padres e ir creando una identidad propia es un objetivo dentro de esta etapa evolutiva. En ocasiones, probar sustancias puede verse como un acto diferenciador de las personas que hemos tenido como únicos referentes hasta hace poco tiempo.
- SENSACIÓN DE INVULNERABILIDAD. Esa sensación tan adolescente de – a mí no me va a pasar nada – genera una percepción de los riesgos asociados al consumo de sustancias mucho menor que en otras edades.
- BÚSQUEDA DE SENSACIONES NUEVAS. Dado lo transitorio y nuevo de esta etapa, es habitual encontrar una tendencia en los chicos y las chicas a probar nuevas formas de estar en el mundo; hábitos, aficiones y también en algunos casos consumir alcohol u otras sustancias.
Como padres, madres y tutores es importante entender las características de la etapa que transitan nuestros hijos e hijas. De esta manera, les acompañaremos mejor en este periodo lleno de retos, decisiones y no pocos riesgos. Empatizar con ellos y ellas nos ayudará a comunicarnos mejor, poner los límites necesarios y en definitiva, educarles fomentando tanto su autonomía como su salud física y mental.
El reto de la educación de nuestros hijos e hijas se vuelve más complicado llegadas estas edades por los motivos anteriormente comentados. Por ello, en ocasiones nos podemos encontrar perdidos a la hora de afrontar situaciones hasta ahora desconocidas.
En Proyecto Hombre Madrid llevamos más de 30 años asesorando y trabajando con madres y padres de adolescentes. Si tienes dudas en cómo afrontar estas situaciones nuestro equipo de profesionales de la psicología puede ayudarte.
Así mismo, si tu hijo e hija presenta un consumo problemático, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. No hace falta que exista dependencia para empezar a intervenir. Cuanto antes empecemos, mejores pronósticos y menos riesgos afrontarán los y las jóvenes.