Solo consumo los fines de semana, ¿debería pedir ayuda?

enero 25

La mayoría de las personas a las que les preocupa una conducta abusiva se plantean cuál es la diferencia entre un consumo y una adicción. Existen momentos en los que una conducta habitual nos puede empezar a generar preocupación porque no sabemos si está empezando a ser un hábito abusivo o si se trata de una adicción.

Para poder responder a la pregunta que da título a este post, es importante analizar qué define una adicción. Para ello, debemos abordar cuatro conceptos.

  • Tolerancia:
    • Es el fenómeno por el que cada vez se necesita más cantidad de sustancia para tener los mismos efectos.
  • Abstinencia:
    • Conjunto de síntomas o reacciones que se dan al no poder acceder a la sustancia a la que somos adictos. Entre otros, un deseo irrefrenable de volver a consumir, irritabilidad, cambios en el carácter y/o dificultad para concentrarse.
  • Pérdida de control:
    • Es la sensación de falta de control en la voluntad que se produce al experimentar un trastorno adictivo. Se manifiesta en la dificultad de mantener, aun queriendo, el no consumo. Las personas con un trastorno adictivo pierden el control de su conducta en determinados momentos.
  • Grado de afectación a la vida:
    • Este sería quizás el factor más importante a tener en cuenta para delimitar el grado de adicción en una conducta problemática. Analizar de qué manera afecta a nuestra vida cotidiana en sus diferentes áreas nos ayudará a entender de qué manera está impactando la conducta adictiva en nuestras vidas. El impacto en el ámbito familiar, en lo académico, en lo laboral, en la salud física y mental, en nuestras relaciones…

Si empezamos a detectar tolerancia, algún grado de abstinencia, cierta sensación de pérdida de control objetiva, como por ejemplo pretender no consumir un día y acabar haciéndolo, o bien consumir mucho más de lo que pretendíamos en un primer momento, es muy probable que la relación que empezamos a tener con una sustancia, ya sea legal o ilegal, es ya problemática. En esos casos, la afectación de las diferentes áreas de nuestra vida empieza a aparecer. Con frecuencia se experimentan problemas de salud física, hepatotoxicidad, consecuencias en el estado de ánimo, problemas sociales o con nuestras responsabilidades, y un largo etcétera.      

Durante los tratamientos en conductas adictivas se pone mucho énfasis en entender cuál o cuáles son las funciones del consumo para la persona que lo lleva a cabo. En la mayoría de los casos el consumo de sustancias nace por las ganas de experimentar sensaciones nuevas. Una vez probada la sustancia hay mucha gente que no la vuelve a consumir y hay otras personas que comienzan un consumo habitual. Este suele llevar asociado un cambio en las funciones que le damos a esa conducta. Por ejemplo, ya no consumimos por experimentar sino por repetir un efecto que ya conocemos y al que le podemos dar muchas y diferentes funciones como por ejemplo cambiar el estado de ánimo, evitar estados emocionales aversivos, dejar de pensar en algo que nos preocupa o simplemente desconectar o evadirnos. Es en estos momentos en los que los riesgos de que esa conducta se vuelva adictiva tiene mucha más probabilidad.

Si somos conscientes de que algo de esto nos ocurre o le puede ocurrir a alguien cercano es importante pedir ayuda cuanto antes para valorar la situación y si es necesario comenzar algún tipo de intervención para frenar el desarrollo de un trastorno grave de tipo adictivo. Cuanto antes intervengamos más fácil será revertir la situación y recuperar el control y la autonomía. Por eso, no dudes en asesorarte con los profesionales de Proyecto Hombre. Contamos con 40 años de experiencia y diariamente tratamos todo tipo de adicciones que afectan a todos los rangos de población, a todas las edades y de muy diferentes maneras. Aquí te escucharemos y te ayudaremos a valorar cuál es el alcance del problema y de qué manera abordarlo.

Si tienes dudas o crees que podrías necesitar asesoramiento profesional, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te atenderemos en los teléfonos 638.15.53.83 y 91.542.02.71, y en el correo electrónico info@proyectohombremadrid.org.

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